En la última década, la integración de la psicología a los equipos de marketing ha tomado mayor relevancia, esto dada la necesidad de la industria por crear grupos multidisciplinarios que brinden estrategias integrales para las marcas.
¿Cómo aporta la psicología al marketing?
La función del marketing es acercar a clientes potenciales a un producto o servicio tratando de presentar, desde ángulos estratégicos y creativos, los atractivos de estos, donde los factores socioculturales son de gran importancia y es ahí donde la psicología aporta valor al empatizar, percibir y ser sensible para escuchar a la audiencia y así analizar, interpretar, crear y comunicar mensajes de forma asertiva.
El punto clave de unión
La psicología permite conocer de forma más acertada las emociones de las personas al estar frente a la comunicación de la marca, reconociendo con mayor facilidad los estímulos que se asocian a la decisión de adquisición de un producto o servicio, de esta forma es más sencillo generar una comunicación que sea más cercana a las necesidades de los consumidores.
La creatividad desde lo emocional
Una de las características de casi todos los equipos que forman la industria es la de ser creativos y nada mejor que la creatividad con sentido, entonces, crear conceptos desde la emoción que a su vez generen ese mismo sentimiento en el receptor, es muy valioso pues la conexión será mucho más natural y eso representa mucho a la hora de hacer sinergia marca-consumidor.
La ética
Unir la psicología a la industria del marketing ha llegado a ser un tema que causa ruido debido a la idea que existe sobre la “persuasión negativa”, sin embargo los procesos que se realizan para conocer los estímulos que son más atractivos para el público son realizados desde la ética, dejando una decisión completamente libre sobre el consumo.
La psicología está presente en cualquier lugar donde existan seres humanos, por tanto, si desarrollamos estrategias basadas en nuestro conocimiento como psicólogos, debemos tener presente en todo momento la responsabilidad de ejecutar con ética y profesionalismo nuestras funciones.
